El periodista y padre de uno de los alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires explicó: “Mi hijo sabe que estoy en contra de las tomas, y le insistí en que si votaba en la asamblea que lo haga en contra, pero él hace lo que quiera. No sé que hizo en las votaciones, pero él sabía que estaba en contra”.
Bazan, además contó: “Llegué confiado a la reunión, creí que no iba a estar solo en querer levantar la toma, ningún padre se animaba a interceder en algo que es de los chicos. Aunque sean cosas de ellos, si algo está mal hay que dar conocer nuestra opinión. Me parece una declaración muy tribunera eso de que pueden hacer cualquier cosa, no pueden decidir en cualquier índole de la vida. Esa asamblea, en la que fueron los padres, analizándola ahora me parece que fue organizada por los padres que estaban de acuerdo con la toma. Nadie se imaginaba que yo iba a escribir algo y que iba a salir en Clarín”.
Por último destacó: “Sigo insistiendo en que un chico de 14-16 años no puede intervenir en la discusión de la modificación de la currícula, y también considero que no hay razón para hacer una toma en un colegio, más sabiendo que la Ley fue votada democráticamente. Le pude mostrar a mi hijo que se puede llevar a cabo una discusión civilizadamente, aunque no tengas mucho apoyo, y que a veces se puede “ganar”. Tuvimos una situación marginal de que algunos chicos le dijeron cosas a mi hijo. El estilo de conducción de Feimann termina desvirtuando el tema”.