Hablamos con Fernando Savore, Presidente de la Federación de almaceneros de la Provincia de Buenos Aires, sobre la inflación de los alimentos en marzo y como el aumento de las tarifas afectan a los comercios.
"En diciembre tuvimos una hiperinflación y eso produjo una caída de ventas del casi 22%. En marzo muchos precios vinieron desinflados, ya que muchos productos tienen descuentos".
"Mucha gente se niega a pagar disparates en primeras marcas porque llega hasta donde puede. Las marcas pymes están siendo muy consumidas y las ventas fueron buenas, ya que muchas familias desistieron de ir a un hipermercado".
"En enero les dije a los colegas que compren lo justo y necesario, porque la mercadería iba a tener que bajar. Hay que castigar a los que se están abusando. Cosas como la azúcar salen 500 pesos menos a día de hoy".
"Los precios justos era un carnavalito, porque las empresas buscaban zafar de esto, incluso con mercadería faltante. Empresarios tuvieron que nivelar mucho para el hipermercado, porque el precio caro era para los almacenes".
“Hay que decir marca pyme, no segunda marca porque parece que la estás degradando. Ayer me reuní con una empresa de yogurt y hay productos a tres mil pesos, que marcas pymes la venden a 800 pesos”.
“A veces la primera marca hay que correrla de lado y la vamos descontinuando porque no la vendemos”.
“Una botella de agua mineral de dos litros se vende a mil pesos y hay marcas alternativas a quinientos pesos. Algo parecido pasa con el café, cada vez que sube el dólar aumentan el precio y ahora que bajó el dólar no te atienden”.
“Hay empresas que tienen que recapacitar, porque la única forma de conquistar devuelta el paladar del consumidor es bajando los precios”.
“La inflación en alimentos y bebidas va a ser de un dígito. No tenemos tantas herramientas para hacer la medición, pero comparamos las facturas del mes. En marzo el aumento se planchó mucho, casi a cero”.
“La inflación que venimos arrastrando hace un año y medio es tremenda y que ahora veamos que los aumentos estén en 4%, si bien es mucho, es un alivio. El comercio está volviendo un poco a la normalidad”.
“Estamos recibiendo facturas de electricidad que son una barbaridad. Me quiero juntar con el subsecretario de defensa del consumidor para que evalúe algunas facturas. Pasé de pagar 97 mil pesos a 250 mil. Esto puede causar un daño importante en el comercio o en la pyme”.
“Si el formato a seguir es este muchos negocios van a tener que cerrar. Ahora tengo que juntar 150 mil pesos más para poder pagar la factura. Si subo el precio de la mercadería no me va a comprar más nadie y salgo de la competencia”.