“Acá hay una cuestión cultural, no hay mujeres trabajando en la conducción y yo  soy la única que insistí hasta que el tema llego a los medios que no era mi intensión. Yo quería conducir el colectivo ya que es una fuente de trabajo más y las mujeres deberían acceder a él como cualquier persona. Uno tiene derecho a percibir un sueldo como cualquier trabajador. Yo he manejado colectivos en una empresa interprovincial y tenía a mis pasajeros que me esperaban, en Tartagal. Fui muy feliz y disfrute mucho de la experiencia. Ahora con el dictamen que salió a favor implica que lo único que falta es el fallo de los jueces. Son años de lucha, y lo más triste de todo esto es que las mismas mujeres estén en contra de todo esto.”