“Fue una desprolijidad. Más me dolió por la desprolijidad en si mismo. El agradecimiento no era más que una oración de 30 segundos. Interpreto que fue una distracción. Nadie me fue a pedir disculpas. Estuvo muy bien el presidente de APTRA cuando centró el premio en el programa, y no en la persona. Está muy bien el video que se hizo. Mucho de lo que se trabajó en el programa es lo que se llevó Bergoglio a Roma. Yo lo que quería era emendar el error de una forma y no me salió.”