Esta aplicación era novedosa, útil y práctica, hasta que se transformó en una especie de "amorómetro" on line. La chequeamos minuto a minuto para confirmar cuánto nos quieren y cuánto piensan en nosotros, algo que nos llena de inseguridades sin fundamento. ¿Y si aflojamos un poco?
Gran invento el WhatsApp. Sobre todo por lo gratis. Este simpático programita no solo nos permite enviar sin costo alguno mensajes a nuestros contactos, sino que además nos muestra si nuestra pareja está o no en línea, si ya leyó nuestro mensaje y cuál fue la hora de su última conexión, entre otras cosas.
Un sueño hecho realidad para mucha gente, pero una verdadera pesadilla para otros. ¿Para quiénes? Para los celosos, los inseguros, los dependientes, los miedosos…
Hoy en día el WhatsApp se ha transformado en una especie de “amorómetro” que le va indicando, por ejemplo, a un novio cuánto está pensando en él su novia en ese momento y hasta cuánto lo quiere. Minuto a minuto, como el rating de TV. En “tiempo real”, digamos.
Porque, claro… Todos sabemos que una relación puede estar muy bien pero de un momento a otro la cosa puede ir cambiando hasta llegar al viejo y querido “estoy confundido, necesito un tiempo”. Así es como muchos tienen preocupantes pensamientos, como por ejemplo:
* "No me mandó ningún mensaje en 20 minutos!!! Y está conectado!!! Socorro!!!"
* "Le pregunté si hoy nos veíamos y me respondió 'Dale'. Dale??? No 'Sí, mi amor'. Ay… ¿Qué le pasará?"
* “Hasta anoche estaba todo bien, pero hoy por WhatsApp lo estoy sintiendo algo frío”.
* “Siempre me manda los 'buenos días' a las 8 de la mañana. Son las 8:05 y aún no me mandó nada… ¿Me estará por dejar?”
* “Su último mensaje me lo mandó a las 23:40 diciendo que se iba a dormir… Pero su horario de última conexión fue a las 2:15… ¿Con quién se quedó hablando?”
* “Le escribí hace 5 minutos y no me responde!!! Estará con otro??? Me va a dejar!!!”
Pero, digo…
¿Y si en lugar de estar con otro o planeando dejarte, tu pareja en ese momento está en un baño de la estación Retiro, haciendo malabarismos con su saco porque el piso está inundado y encima se acabó el papel higiénico?
De esta forma, ese aparatito tan práctico que otrora te servía para hablar por teléfono, hoy te puede volver su esclavo. ¿Algo que era tan útil y práctico se transformó en un termómetro de los sentimientos de tu pareja que no podés dejar de consultar en todo momento? Si ésta es la situación que estás viviendo, estás en serios problemas.
¿Creés que tu pareja no te puede mandar un ‘te extraño tanto, amor’ mientras está en un telo con el compañero de trabajo por el cual, tal vez, te deje el mes que viene?
¿O creés que porque te mande un ‘te amo’ o un ‘sos mi vida’ cada 5 minutos no puede dejarte dentro de un mes o una semana (o mañana)?
Gente, ¿y si aflojamos?
Vamos, dejá de estar mirando de reojo ese aparato, que si tu relación se tiene que terminar te vas a dar cuenta de todas maneras. Y cuando va bien, hay tantas cosas para disfrutar que no vale la pena estar presagiando o intuyendo extrañas situaciones.