“Cuando una barra maneja un negocio millonario, y como lo es la del equipo más importante del país, salpica para todos lados. Es una cuenta que no está saldada y hay que hacerlo. Por su calidad de presidente Angelici es un tema que tiene que resolver. Estamos ante un problema gravísimo. En la Argentina no hay un plan nacional contra la violencia en el fútbol. El fenómeno del barra brava excede lo que es el partido el domingo. Los negocios se hacen en la semana. Hasta que no haya una decisión nacional de terminar la violencia en el fútbol, no se va a terminar. Es una gran frustración la que tenemos cuando vamos a la justicia. La respuesta siempre es calcada. Siempre las cámaras de seguridad que nos tienen que dar la pauta de lo que pasó no funcionan. No puede funcionar como lo hacen las barras sin connivencia.”