Me parece que hay que entender que los mercados financieros buscan la ganancia como ningún otro mercado. Pueden ganar donde hay víctimas más débiles. La Argentina se está debilitando bastante, perdiendo muchas reservas. No me consta que haya habido un intento de desestabilización.
Lo que no hay que hacer es caer en las soluciones facilistas. Creer que poner 134 precios cuidados va a bajar la inflación, como lo cree el Gobierno, no es creíble. Tampoco decir que la única causa de la inflación es que el Banco Central sigue emitiendo billetes.
Nos parece que hay que sentar en la mesa a aquellos que toman las decisiones con respecto a los precios. Hay que estimular la inversión, que está casi perdida en la Argentina, porque nadie sabe cómo va a seguir la inflación, ni siquiera en los próximos seis meses.
Devaluar como se hizo el año pasado, no sólo que aumenta la inflación sino que reduce el valor de vida. Hay que tener un plan integral: hace un año había 500 precios cuidados y duró un rato. Después la inflación terminó en torno al 28% anual y este año vamos a terminar así si sigue todo igual.