“Esto surge de un video que vi ayer, en donde estaba en el hotel de la selección. La FIFA, el día anterior a la final, nos llama para decirnos que hay entradas que podemos adquirir de la final. Nosotros decidimos tomarlas. En pocas horas, había qe cobrarlas para pagarle a la FIFA. Tal vez no haya sido el mejor procedimiento, pero no había tiempo para solucionarlo de otro modo. Nosotros hemos atendido a cientos de personas. Nadie pagó un dólar de más. No había mucho tiempo, y había que recuperar el dinero para pagarle a la FIFA.  Los jugadores hicieron los pedidos en noviembre del año pasado. Nosotros hicimos el procedimiento de compras. Los jugadores tienen 4 entradas liberadas. Había un límite oficial de 12. Los jugadores no pueden comprar 100 entradas. No sabía lo de Mascherano y Lavezzi, pero puede ser que uno le de entradas a alguien, y las revenda. Con respecto las entradas de los Grondona que aparecen, lo que vi fue la fotografía de una entrada, y ahí uno puede hacer la conjetura que quiera. Eran entradas que habían pagado.  Es imposible que Grondona haya revendido por más dinero. La federación tiene 30 entradas de protocolos, y esos lugares son para que los vea el comité ejecutivo. La entrada tiene un chip, y ese chip contiene todo los datos del comprador. Son 700 entradas con cargo que se le dan a cada federación. El 8% del estadio va para una federación, y el otro 8 para la otra federación. Por lo que se vio en el estadio, podemos apreciar que los brasileros les vendían entrada a los argentinos”.