“Esto de ir a buscarlo empezó un día antes de que vaya Messi a Brasil. Salí sin ningún dato de nada. Lo fui a buscar a la casa de Arroyo Seco, salí a las 8 de la mañana. Todavía no tenía el tatuaje, lo único que quería era una foto”.

“Mi objetivo concreto era hacerlo previo al mundial, para salir de lo que es el exitismo. Sabía que si Messi hacía 15 goles por partido, me iban a tomar por exitista. Les había mandado mensaje con la foto por Twitter a los hermanos de él y ahí tenía la ilusión de que alguien se lo mostrara”.

“Cuando le muestro el tatuaje a Matías, su hermano, me dice: “Aah vos sos el del tatuaje”. En un momento salieron, me llama Matías y me hace pasar. El video está filmado muy de cerca, cuando yo lo saludo, él me abraza. Le mostré los tatuajes y entablamos una especie de diálogo. Más allá del fanatismo, ver cómo es como persona cierra el círculo. Es un pibe de barrio, con valores, familiero, que está con su primera novia, lejos de la mayoría de los futbolistas. Mi próximo sueño es verlo allá en Barcelona”.