“La ley de abastecimiento fue dictada en 1974, hace exactamente 40 años. Quedó en desuso y ahora cuesta entender por qué la quieren cambiar. Esta ley tiene un espíritu anti empresarial que hay que destacar. ¿Cómo un empresario no va a subir el valor de sus stock, si suben sus costos? Si lo obligan a no hacerlo, en unos meses se funde”.
“Cuando la autoridad de aplicación considere que hay alguna maniobra especulativa, puede expropiarse de la mercadería y venderla sin juicio previo. Es una herramienta que pueda llevar a la destrucción de la economía”.
“La ley viene rigiendo desde hace 40 años y es inaplicable en la Argentina. Va contra los derechos individuales. Poner una ley con esta autoridad es darles una herramienta que preocupa a las empresas. Es evidente que a la sociedad y las empresas hay que darles un marco que pueda ser previsible”.