“Estuvieron Néstor y Cristina, y también Chacho Álvarez. Menem quería la reelección, que en ese momento estaba prohibida. Presionó mucho al radicalismo y ahí surge el Pacto de Olivos. Nosotros estábamos con lo que era el frente grande, con Chacho que ganó las elecciones. Si alguien quería cambiar una coma, nos decían que ya estaba”.
“Esta es una constitución mucho más moderna y tiene la posibilidad de reelección, con un mandato más corto y sin necesidad de ser católico. Fue importante elegir a quién nos gobierna. Se mejoró institucionalmente, fue un proceso que sirvió para incorporar derechos. No estuvo bueno lo del núcleo de coincidencias básicas, hubo previsiones que no se cristalizaron”.
“No se resuelven los problemas habitacionales tomando predios, pero ese predio, por ley, estaba destinado a ser urbanizado. El Gobierno estaba diciendo `tomenló´. Hay mucha responsabilidad del Gobierno y debiera tomarse en cuenta el déficit institucional”.