“En caso de separarse, serían 307 años desde la última vez que Inglaterra y Escocia fueron unidas. En principio, va a haber un cambio constitucional enorme en el Reino Unido. El Gobierno británico le prometió a Escocia mucha autonomía en caso de que salga ganador el no”.
“Hasta 1997 Escocia dependía de lo que se decidía en Londres. A partir de ahí, se creó el primer parlamento escocés y define temas como educación, economía. El primer ministro de todo el Reino, Cameron, es el que toma la decisión de todo el reino”.
“Hace dos semanas era claro que ganaba el No, pero un diario local publicó una nota diciendo que la votación estaría muy pareja. Se ha visto un avance muy leve del no, que ganaría con el 52 %. Mi intuición es que va a ganar el no, por poco, que van a llevar a cambios importantes. Escocia tendrá mayor autonomía”.