Me enteré porque me llamaron algunos periodistas y me contaron que habían echado. Se había suspendido el juicio porque un tipo me miraba de forma amenazante y yo le dije que no sentía amenazado porque sino le saltaba al cuello. Me metí con el sindicalismo ferroviario y no me dejan preguntar. Venían empresarios y políticos en mi querella y me rajan. Es muy triste que la justicia argentina haga esto y actúe para la tribuna. Vamos a seguir molestando: la única manera de llegar a la verdad es insistiendo. Lo del motorman de Once es alevoso, que se va a comer entre 8 y 25 años. Nuestra estrategia era cocinar al motorman: lo hicimos al spiedo. A la que le molestó esto es a la doctora Corbacho, que defiende a Omar Maturano. El lunes voy a ir y me van a sacar con los pies para adelante. Estos señores jueces se creen que son reyes. Lo que pasa es que todos los abogados son cagones y no se atreven a hacerles frente. Corbacho no sé si es SIDE o Policía Federal. Los jueces me odian: soy el terror de los jueces.