“Estamos tristes, es la realidad. Siempre guardábamos esperanza de que Luciano apareciera con vida, lo buscamos como a un desaparecido pero es un poco un alivio saber dónde está. El tiempo curará todo”.
“La policía lo venia acosando, lo venia hostigando, armando una red para robar para ellos. No tengo claro cómo murió mi hermano porque todavía no se hicieron los peritajes pertinentes. La misma noche de la desaparición, los patrulleros se salieron de la jurisdicción asignada. Al principio de la causa, algunos medios lo vinculaban con drogas, siempre tratando de criminalizar figura de mi hermano”.
“Ahora lo que hay que hacer es unir cabos y llegar hasta el fin de la cuestión. Nosotros necesitamos leer la causa oficial, donde se habla de un supuesto accidente. Acá hay mucha gente que intervino esa madrugada, no sólo la policía. Hicimos la denuncia inmediatamente, presentamos un habeas corpus ante el juez, que lo rechazó. Evidentemente, alguien aquí tapó la información y por eso no se resolvió en tiempo y forma”.
“Luciano nos contó que la policía le ofreció salir a robar a cambio de armas y vehículos. Sufría amenazas, golpizas en comisarías. Esto está enmarcado en una causa de tortura, que será llevado a juicio el año que viene. Nosotros seguimos hasta el final, ahora necesitamos saber la verdad de lo que ocurrió”.