La naturaleza es muy poderosa. Las obras de infraestructura no alcanzan a acompañar amistosamente las necesidades de la naturaleza. Hay que lograr que la civilización consensue para que las obras que, se hagan en función de no provocar a la naturaleza, Sino acompañarla y que los fenómenos no lastimen al hombre.
Se han hecho obras .No hay que permitir que las obras perjudiquen. Las obras no alcanzan. “Las obras por debajo del suelo, como no se ven, los políticos no invierten en ellas”.
Cuando se hacen obras, hay que ver si benefician o perjudican a la población.
Las obras hidráulicas que se deben hacer no deben modificar los cursos naturales.
En realidad no es lo que pasa en Nordelta, es lo que pasa con las urbanizaciones. Son temas muy complicados de resolver, no son solo cuestiones económicas, son cuestiones sociales