“Es la tercera marcha en contra de Dilma. En abril y en mayo. Es para que las medidas contra la corrupción sean elevadas”.
“Las cosas en Brasil son muy lentas. Los partidos políticos no tiene mucha fuerza, están divididos”.
“Nadie sabe si Dilma va a resistir o se va a ir. No hay nadie un hecho político concreto que puede iniciar un proceso de juicio. La corrupción de Petrobras llegó a los pasillos de los trabajadores. Hasta no tener un hecho concreto no se puede hacer un juicio”.
“la desastrosa política brasileña hace en las personas un descreimiento. A eso hay que agregarle la falta de empleo”.