“Comparto la descripción del rector en el sentido de todo lo que implica la asfixia presupuestaria. Le agregaría que nosotros estamos sufriendo desde hace muchos años un deterioro muy fuerte de nuestros salarios. Cuando digo nosotros, me refiero a la docencia universitaria y a los trabajadores no docentes. Hace años que venimos reclamando presupuesto, pero nunca sucedió la situación que estamos viviendo en este momento, por eso hablamos de una situación excepcional.”
“Nosotros, en una inflación de los últimos meses de diciembre a marzo del 90%, tuvimos un aumento del 37%; si a eso se lo agregas a todo el deterioro que teníamos antes, estamos con salarios debajo de la línea de pobreza. A parte, se han cerrado prácticamente las posibilidades de poder discutir una paritaria. En la última reunión que hubo nos dijeron que no íbamos a tener más reuniones con la Secretaría de Políticas Universitarias, que de ahora en más teníamos que hablar con los rectores del problema del salario. Los rectores no manejan el dinero, lo que dicen es que la plata que viene no alcanza, pero no son los que pueden disponer la utilización del dinero. Han cortado la discusión paritaria, lo que no solamente provoca el deterioro en nuestras condiciones de vida y familiares, sino que también provoca deserción en los cargos docentes. Hay compañeros y compañeras que deciden, sobre todos lo que no tienen antigüedad, irse a trabajar a otro ámbito laboral porque realmente, después de haberse formado, estudiado y desempeñado con toda la tarea que implica la docencia, toman esta decisión no porque quieran, sino porque se los está expulsando.”
“Particularmente la UBA la semana pasada salió en un ranking muy bien posicionada. ¿Por qué ocupamos esos lugares? Por el trabajo de la docencia que hace investigación y extensión. Se esta deteriorando todo eso de manera brutal.”
“Las autoridades van a formar parte también y se han sumado, en estas ultimas semanas, a la lucha y la puesta en práctica, para que todo el mundo vea lo que implica, qué significa el deterioro que estamos sufriendo producto de este ataque a las universidades. Y ahora también en la marcha del 23 y en las acciones que se están desarrollando en cada una de las unidades académicas, todos los funcionarios, el rector y decanos y decanas están participando. Esa es una medida. También han tomado, particularmente ayer, una resolución de la Secretaría de Hacienda de la UBA que está siendo implementada por las facultades y colegios respecto a una medida de emergencia presupuestaria que tiene que ver con la basta en el funcionamiento de aires acondicionados, calefacción, uso de ascensores, apagar las luces, etc. Nadie quiere derrochar y estamos de acuerdo, pero son medidas de un autoajuste que, si bien hay que cuidarlas, me parece que lo que hay que hacer es intensificar la batalla y la pelea para arrancar lo que le corresponde, no a la UBA y las universidades nacionales, sino al conjunto de la población.”
“Nosotros en febrero hicimos la primera asamblea donde votamos que el inicio del cuatrimestre tenía que ser con anormalidad porque estábamos en una situación completamente anormal y así lo fuimos haciendo. Cada vez que se empezaba era con anormalidad, con reuniones, con discutir con nuestros estudiantes, asambleas, clases públicas y diferentes acciones. Eso lo venimos intensificando y hemos logrado tener el apoyo de todos los estudiantes como se ve en las clases públicas, porque si no, no estarían ahí sentados, nadie está pasando lista ni nada por el estilo, y el apoyo de toda la población. A mi me ha tocado en la panadería que me digan que me apoyan y van a ir a la marcha, eso lo hemos logrado con este plan de lucha que hemos llevado adelante.”
“El apoyo a la marcha es de todas las centrales. La CGT se sumó cuando ya estaba todo armado y se van a sumar muchos otros sectores. Estoy recibiendo llamados y avisos de diferentes comisiones internas que dicen que van a venir, asambleas barriales… yo creo que va a ser multitudinaria.”